ACEPTACION DE LO INDECIBLE
te irás sin ceremonia ni palabras.
No has de decir adiós a nadie pues hace mucho que tu existencia es,
más que vivir, una amorosa despedida.
De todos tus recuerdos recogiste los más castos
por hacerte más niño, ahora, que ya se inicia un interior
despojamiento,
para mejor sentir —dormir—
No le ocultes tu sangre ni tu rostro.
Ni temas. Es su oficio.
Cuando llegue el momento, sal, recíbela en tu puerta; y dile
quedamente, en un susurro:
entra, amor, y reposa; te esperaba.
(1950-1994)
Nació em Guisa, Cuba y vivía en Miami, USA.
Doctor en Literatura por la Universidad de Miami.
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